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A la hora de comprar tu nuevo electrodoméstico, presta atención a las nuevas calificaciones de la etiqueta energética. Elegir modelos más eficientes significa apostar por un futuro más sostenible para el planeta y ahorrar decenas de euros cada mes en la factura de la luz.

La nueva calificación energética incluye los siguientes cambios:
Tabla antigua:
A+++
A++
A+
A
B
C
D
E
F
G

Nueva tabla (en vigor desde 2021):
A
B
C
D
E
F

Al eliminar las clases de eficiencia energética +, como la antigua A+++, e introducir la nueva clasificación de la A a la G, es mucho más fácil y rápido comparar la misma categoría de productos. Además de esta simplificación, los fabricantes deben poner un código QR con información detallada del aparato, para facilitar la elección.

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En el caso de las aspiradoras, la regla dice que cuanto más potente es, mayor es la potencia de succión. Aunque no todos los aspiradores siguen esta lógica, ya que hay modelos menos potentes que funcionan mejor y otros con una potencia inmensa que acaban perdiendo eficacia por diversos motivos. Pero estas son pocas excepciones.

En general, a la hora de elegir tu nueva aspiradora, debes tener siempre presente esta pregunta: "¿Necesito un modelo que sea capaz de eliminar la suciedad difícil o grandes cantidades de polvo?" Si la respuesta es afirmativa, debes elegir modelos más potentes, a partir de 1.600 vatios. De lo contrario, un modelo de 1.000 a 1.500 vatios debería ser suficiente.

Debes tener en cuenta que las aspiradoras son uno de los pequeños electrodomésticos más diversos y con distintas funcionalidades que puedes encontrar. Aunque el objetivo es el mismo, eliminar la suciedad, hay diferencias significativas entre modelos, de modo que pueden servir para distintas necesidades.

No desperdiciar comida es una buena práctica que hay que aplicar siempre que sea posible. Sin embargo, hay alimentos que se pueden recalentar y otros que es mejor consumir directamente de la nevera, o incluso tirarlos. En el microondas, sea cual sea el modelo o la potencia, no se debe calentar:

El pan:
No es ni sabroso ni apetecible. En el microondas, la textura del pan acaba volviéndose húmeda y "chiclosa", no siendo lo más aconsejable para tu dieta. La excepción es poner el pan congelado a descongelar en el microondas, pero siempre prestando atención al temporizador.

Zanahoria:
Las zanahorias tienen concentraciones de hierro, magnesio y selenio en su composición. Si los pones a calentar en el microondas, estos compuestos pueden provocar chispas y arruinar el aparato.

Uvas:
Las uvas explotan (literalmente) en el microondas, así que tenga mucho cuidado al calentar platos con este ingrediente.

Huevos:
Calentar los huevos revueltos o escalfados es peligroso porque pueden causar graves problemas intestinales debido a la presencia de salmonella. Es preferible volver a comer este plato a temperatura ambiente.