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«¡Mi secadora no seca!» Te explicamos cómo solucionar las averías más comunes en secadoras

La secadora es un electrodoméstico cada vez más habitual en muchas casas. Los consumidores la escogen como aliada básica en el lavado de su ropa, pues permite ahorrar mucho tiempo y esfuerzo. E incluso espacio, pues no necesitarás destinar un lugar de la casa para tender la ropa.

Sin embargo y como todos los electrodomésticos, no está a salvo de posibles fallos. Pero que no cunda el pánico: muchas de las averías más comunes en secadoras tienen fácil solución y no supondrán la jubilación anticipada del electrodoméstico. Así que si tu secadora no seca o su secado es insuficiente, descubre en este artículo qué es lo que puede estar pasando. Y lo que es más importante, ¡también cómo arreglarlos por ti mismo!

La ropa no está del todo seca

Antes que nada, asegúrate de estas tres cosas. Primero: ¿has ajustado correctamente el programa o la modalidad de secado? Segundo: ¿has puesto la cantidad adecuada de suavizante o se te ha ido un poco la mano? Y tercero: ¿has puesto a secar demasiada ropa? Y es que a veces, la culpa de que no se seque la ropa lo suficiente, es culpa de una mala configuración por nuestra parte y no de una avería real de la secadora

Para solucionarlo, prueba a usar otro programa de secado; ajusta también la cantidad del suavizante, y prueba a combinar prendas de distintos tamaños o a poner menos cantidad de ropa, para que el secado se distribuya mejor. Comprueba el resultado y prueba nuevas configuraciones hasta dar con la que mejor secado te proporcione. 

La ropa está casi seca, pero sigue notándose húmeda

De nuevo, estamos ante una “avería” que no es tal, sino un error o un mal hábito. Y es que cuando tu secadora termine el ciclo de lavado, debes retirar la ropa de su interior lo antes posible. En todo caso, si la dejas en su interior, debería ser poco tiempo y siempre con la puerta de la secadora abierta. De esta manera, no se concentrará la humedad y tu ropa no quedará con esa desagradable sensación de no haberse secado del todo. 

¿Y si el problema está en el filtro de la pelusa?

El filtro de la pelusa es una parte imprescindible para el funcionamiento de tu secadora: atrapa la pelusa resultante de aplicar el calor a la ropa mojada, impidiendo que se cuele en huecos y rendijas del electrodoméstico y pueda afectar a su funcionamiento. Este mismo sistema y con mismo fin, lo encontramos en las lavadoras y lavadoras secadoras

No obstante, la obstrucción del filtro es una de las averías más comunes en secadoras y puede que este sea el motivo del mal secado de tu ropa. Limpiarlo es la mar de fácil. ¡Atiende!

  1. Localiza el filtro de pelusa, normalmente en la parte inferior del interior de la secadora, junto a la puerta (visible al abrirla).
  2. Aprovecha para, con un paño, limpiar las pelusas que hayan podido quedar en la puerta de la secadora.  
  3. Retira el filtro y con ayuda del paño, limpia las pelusas que se han podido acumular en él.
  4. Aclara el filtro con agua caliente y sécalo bien.
  5. Vuelve a colocar el filtro ¡y listo!

Asegúrate de realizar este proceso después de cada ciclo de secado (así como de cambiar el filtro cuando sea necesario). Sabemos que puede ser engorroso, pero te ahorrarás más de un posible disgusto con tu secadora. 

No ventilador, no secado de la ropa: ¡revísalo! 

Otra avería común por la que nuestra secadora puede dejar de secar es la obstrucción del ventilador. Este elemento básico de la secadora se encarga de crear un mayor flujo de aire, ayudando a mover los gases de escape, la humedad y la pelusa a través de los conductos y hasta el exterior de la secadora. En otras palabras, son imprescindibles para un correcto secado de la ropa. 

Si el ventilador de tu secadora se obstruye, el flujo de aire será más débil y esto se traducirá en que tu ropa no se secará en condiciones. Para evitarlo, deberías revisar y limpiar la ventilación de tu lavadora una vez al año (si no puedes hacerlo tú, encárgaselo a un profesional). Así te asegurarás de un buen secado y que la avería de tu secadora no sea irreparable. 

La importancia de los sensores de humedad

Los sensores de humedad de la secadora detectan y miden cuánta humedad hay en la ropa. Así, ajustan la duración del ciclo del secado; cuando los sensores detectan que la ropa está seca, la secadora se detiene. No obstante, con el tiempo y el uso, puede formarse una capa de cal en estos sensores y provocar que “se confundan”, notando menos humedad de la que realmente hay. Resultado: la secadora se detiene antes de tiempo y tu ropa no se seca del todo. 

Puedes solucionarlo fácilmente limpiando los sensores de humedad de tu secadora. Los localizarás normalmente al lado del filtro de pelusas, en forma de dos barras. Límpialos suavemente empleando una esponja con agua y vinagre. Vuelve a probar después y seguro que el secado de tu ropa ahora es el esperado. Recuerda realizar este proceso una vez al mes para mantener los sensores de humedad de tu secadora como nuevos. 

Con estos prácticos conseguirás solucionar las averías más comunes en secadoras. Así que ya sabes, si tu secadora no seca como esperas, ponlos en práctica y recupera todas las ventajas que te ofrece.