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Si tu TV gasta mucha luz, ahorra en tu factura con estos consejos

La televisión sigue siendo un electrodoméstico imprescindible en casi cada casa. Y es que, aunque hoy en día Smartphones, Tablets y ordenadores han ganado bastante terreno en cuanto a entretenimiento se refiere, muchos prefieren seguir viendo el televisor como primera opción. Especialmente con el contenido de plataformas en streaming como Netflix, Amazon Prime o tantas otras. Y tampoco hay que olvidar que tener la TV encendida de fondo es todavía algo de lo más habitual en cualquier hogar que se precie. 

¡Pero no te relajes! Es posible que tu televisor esté consumiendo más energía eléctrica de la que piensas. Esto, claro está, se ve reflejado en la factura de la luz aunque tú creas que se debe al uso de otros dispositivos. Descubre en este artículo consejos básicos para ahorrar si tu TV consume mucha luz

El tamaño importa

Antes que nada, sería necesario saber cuánto consume una TV. Podemos decir que un televisor estándar de 43 pulgadas consume aproximadamente unos 43 k Watts hora (kWh), mientras que un televisor de 55 pulgadas puede llegar a consumir 99 kWh. Esto puede incrementarse hasta los282/438 Watts en los modelos de 85 pulgadas. Así, en el caso de las TV’s no podemos negar que el tamaño sí que importa. En el consumo de energía de un televisor influye el número de pulgadas de su pantalla. Así que aunque te encante esa pantalla enorme con un montón de pulgadas y la disfrutas mucho, quizás deberías cambiarla por una de menor tamaño para ahorrar algo de luz. 

Mejor tecnología es igual a más eficiencia 

También es condicionante la tecnología de pantalla que emplee: por ejemplo, las pantallas LED, basadas en un sistema de retroiluminación de leds, resultan mucho más eficientes que las pantallas de LCD, que recurren a una fuente de luz. 

En este mismo sentido, está muy relacionada la clasificación energética del televisor. Al igual que con cualquier electrodoméstico, al comprar tu TV es recomendable que te informes sobre su clasificación energética. Así que en resumen, opta siempre que puedas por TV’s con tecnología LED y una clasificación de A. Aunque quizás sean más caras, a la larga ahorrarás en la factura de la luz, pues consumen menos que otros modelos. Además, es relativamente sencillo, pues la mayoría de TV’s del mercado emplean tecnología LED, así que si compras un televisor nuevo seguramente ya consumirá menos.

Ojito con el modo Stand By

Atención, porque este dato te va a sorprender: el modo Stand by de los dispositivos es el  el culpable de más del 10% del consumo eléctrico, y por lo tanto encarece la factura de la luz. En el caso de la TV, no es una excepción. El modo Stand by es el modo “reposo” (es decir, el de la “lucecita roja o verde”). Muchas veces recurrimos a este modo para no perder nuestra sesión (por ejemplo, para no cerrar las pestañas del navegador en nuestro ordenador o para seguir jugando a la partida más adelante en un reproductor de videojuegos). Otras veces, simplemente es una cuestión de pereza, muy común en el caso de los televisores. Es decir, dejamos la TV enchufada y tan solo la apagamos, para así poder continuar viéndola más tarde con tan solo darle al “on” sin necesidad de volver a enchufarla. Sabiendo este dato, esperamos que hagas el pequeño gesto de desenchufar la TV una vez apagada de ahora en adelante. Invertirás un poco de esfuerzo, pero ahorrarás bastante en consumo eléctrico.  

Configurando la imagen, ahorrando en la factura

Otro aspecto muy importante que solemos pasar por alto: la configuración de la imagen. En resumen, tu TV consumirá más o menos luz según el brillo que apliques en la pantalla. También un contraste muy pronunciado supondrá gastar más luz, igualmente que un volumen del sonido demasiado alto. 

Intenta aplicar el menor brillo posible y ajusta el contraste de tu TV para que la imagen sea visible, teniendo en cuenta la cantidad de luz que hay en la sala. Por ejemplo, durante el día, cuando la luz es más intensa, puede que necesites algo más de brillo para ver la TV; bajar un poco las persianas o reubicar la TV para que la luz no rebote en la pantalla puede ser una buena solución. Y de noche, cuando la luz que empleas es artifical y mucho menos molesta para ver la TV, puedes bajar el brillo sin temor y aprovechar para el ahorro. Eso sí, dotar la estancia de una buena iluminación es fundamental para que un nivel de brillo más bajo en la pantalla no implique forzar la vista.

Con todos estos trucos infalibles tu TV consumirá mucha menos electricidad y tú ahorrarás en la factura de la luz. Es un pacto en el que ambos salís ganando, sin duda, y también el medio ambiente.