Una de las tareas más complejas en el bricolaje, probablemente por falta de instrucciones y de información, es el momento de desmontar cualquier mueble o electrodoméstico. Desde Conforama queremos ayudarte en esta tarea y en el artículo de hoy hemos querido explicarte cómo desmontar el tambor de tu lavadora antigua.
El reciclaje es una de las principales causas que nos llevan a desmembrar esos elementos de casa que ya no necesitamos, pero en los que siempre encontramos alguna pieza reutilizable. El tambor de la lavadora es un buen ejemplo de ello, por lo que, además del desarmado, vamos a explicarte también algunos de los motivos más habituales por los que aparecen problemas de este tipo en las lavadoras.
Materiales necesarios para desmontar el tambor de la lavadora
Además de algo de habilidad y paciencia por tu parte, hay determinadas herramientas que no pueden faltar cuando se trata de desmontar una lavadora para extraer su tambor. Necesitarás cortar cables, así que cuenta con unos alicates y también cualquier pieza alargada de metal que te permita hacer palanca.
Por otro lado, también te vendrá bien un destornillador -a poder ser de batería recargable- y llaves inglesas, en cuyo caso siempre es recomendable contar con una ajustable para asegurarte de que las medidas no supondrán un problema para el proceso.
Paso a paso para desmontar la lavadora: reutiliza el antiguo tambor
Es importante tener en cuenta que desmontar una lavadora no es una tarea sencilla y lleva su tiempo. Son varios los pasos que hay que llevar a cabo, aunque los hemos dividido en tres fases para que te resulte más sencillo el proceso: el desarmado exterior del electrodoméstico, la separación de las piezas internas y, finalmente, la extracción del tambor.
Desmonta el exterior de la lavadora
El primer paso que debes llevar a cabo es el despiece de los elementos externos de tu lavadora. Empieza buscando los tornillos que ensamblan la tapadera de la lavadora -habitualmente se ubican en la parte trasera- y retírala. A continuación deberás hacer lo mismo con el panel de mandos, cuyos tornillos podrás encontrar fácilmente al levantar la tapa.
Cuando tires del panel, verás varios cables que se conectan a él, trata de desconectarlos y, si no es posible, córtalos. Por último, necesitas buscar los tornillos que unen el frontal de la lavadora con el resto de piezas, desatornillarlos y tirar de él hacia fuera para separarlo. A partir de este momento, vamos a enfrentarnos al interior del electrodoméstico.
Desmonta los mecanismos internos de la lavadora
La segunda fase del desarmado resulta ligeramente más compleja, pero nada que no se pueda resolver con las instrucciones adecuadas. Se trata de ir retirando todos los elementos que entorpezcan la extracción del propio tambor, empezando por el contrapeso frontal. Empezamos con la misma operación de siempre, desatornillando y tirando hacia afuera.
Cuando termines con este paso, encontrarás una barra horizontal que está unida al tambor mediante unos muelles, se utiliza para darle estabilidad y también se desenrosca. En cambio, para retirar el contrapeso superior deberás recurrir a la llave inglesa para aflojar las tuercas que lo fijan. Finalmente, queda por separar el cajón del detergente y los cables restantes para poder sacar el tambor de la lavadora, para lo cual también necesitarás la llave regulable.
Desmonta el tambor de la lavadora
Una vez que el tambor de la lavadora está fuera, solamente hace falta desmontar las piezas que lo rodean. Es una tarea entretenida, ya que hablamos de la polea, el motor, el eje y la cobertura plástica del tambor. En los dos primeros casos se trata de desatornillar, mientras que para desunir el eje es necesario hacer palanca. Lo único que te queda por hacer es limpiar el tambor con productos específicos para acero inoxidable para eliminar la cal.
¿Por qué se ha estropeado el tambor de tu lavadora?
Existen diversos motivos que nos pueden llevar a tener que desmontar una lavadora que presenta problemas en el tambor. En algunos casos la avería tiene fácil solución, mientras que en otros es posible que sea más rentable adquirir una nueva lavadora que reparar la antigua.
Entre las causas principales que propician este desperfecto, encontramos los posibles fallos en el motor o en el cuadro de mandos -los fallos más complejos-, un desgaste en las escobillas del motor, una rotura en la correa de distribución o alguna obstrucción que impide el correcto vaciado de la lavadora.