¿Pintar los azulejos del baño merece la pena? ¡Por supuesto que sí! Es ideal para renovar por completo el estilo de tu cuarto de baño sin grandes complicaciones. Y es que la decoración de tu cuarto de baño es tan importante como puede serlo, por ejemplo, la del salón a la hora de imprimir personalidad a tu casa.
Es una técnica sencilla, económica, divertida y, lo mejor de todo, te ofrece un montón de posibilidades. Y es que, según el color que uses, podrás imprimir gran variedad de estilos distintos. Además, si no te gusta el resultado conseguido, siempre puedes probar con otro color fácilmente. Sin embargo, no solemos considerarla. Asumimos que para redecorar nuestro cuarto de baño tendremos que iniciar complicadas reformas. Entre otras, algunas para retirar los antiguos azulejos y colocar unos nuevos. ¡Y no es así!
Descubre cómo redecorar fácilmente tu cuarto de baño pintando los azulejos. Qué tipo de pintura necesitas, qué herramientas debes utilizar y más detalles importantes, a continuación. No te lo pierdas, porque aquí tú pintas mucho.
Escogiendo la pintura
Resulta obvio a primera vista que los azulejos presentan una superficie con particularidades. Se tratan de piezas de cerámica; esto facilita mucho su limpieza y es perfecta para estancias que se pueden ver afectadas por la condensación de vapor, como ocurre en el baño o como también pasa en la cocina. Así pues, el tipo de pintura que se emplea para pintarlos tampoco es el tradicional.
¿Imprimación, sí o no?
Ten en cuenta que determinadas pinturas requieren aplicar una capa de imprimación sobre los azulejos, antes de ser empleadas. La imprimación es una base líquida que se aplica sobre las superficies para conseguir una mayor adherencia de la pintura. Por eso, asegúrate de si la pintura que vas a usar para pintar los azulejos de tu baño requiere o no de una capa previa de imprimación.
Esmaltes, la pintura ideal
Dicho esto, en el mercado puedes encontrar varios tipos de pinturas pensadas para azulejos. Entre ellas, destacan los esmaltes. Así, encontrarás esmaltes para azulejos, fabricados especialmente para adherirse a esta superficie. Con ellos, conseguirás un efecto muy vistoso y que durará más tiempo. Los esmaltes son el tipo de pintura que también deberías usar para, por ejemplo, pintar los muebles para darles un nuevo estilo. Esto es así por su alta capacidad de adherencia sobre cualquier superficie.
Los sintéticos
Algunos con base de aceite, los llamados esmaltes sintéticos, aportan además un toque brillante que le vendrá que ni pintado a tus azulejos, nunca mejor dicho. Además, gracias a su composición, resisten a la humedad, por esto son perfectos para el cuarto de baño, donde los vapores resultantes del agua caliente de la ducha o del baño suelen impregnar las paredes. Gracias a su resistencia, podrás limpiarlos con aguarrás o disolventes sin que se dañen.
Los acrílicos
También encontrarás esmaltes con base de agua, los esmaltes acrílicos. Su principal diferencia respecto a los esmaltes sintéticos es que crean un efecto más satinado. Gracias a su composición a base de agua, no acabará por amarillear con el tiempo, algo que sí puede ocurrir con otros esmaltes. Además, también son más respetuosos con el medioambiente. En caso de que se manchen, podrás limpiarlos fácilmente con agua y jabón.
En definitiva, escoge un tipo de pintura u otro en función del efecto que quieras conseguir y valorando los pros y contras de cada tipo. ¿Quieres un acabado con más brillo y no te importa que estén compuestos por disolventes? Escoge un esmalte sintético. ¿Prefieres un efecto satinado no tan brillante, y una pintura con menos carga de químicos? El esmalte acrílico es entonces tu opción ganadora.
También encontrarás pinturas a base de resina que aunque no requieren de imprimación, también deberás aplicarlas en dos fases. Primero, aplicarás la pintura de color para, después, aplicar una segunda capa de resina de protección.
No sin mi rodillo
Para asegurarte los mejores resultados al pintar los azulejos de tu cuarto de baño, no puedes emplear cualquier pincel o brocha. Lo más aconsejable es un rodillo. Y en concreto, un rodillo de fibra corta. Este es el utensilio más adecuado, ya que te permitirá crear una capa de pintura lo bastante gruesa que te garantice la resistencia necesaria. Esto también lo conseguirás aplicando una segunda capa de pintura.
Recuerda, cómo veíamos antes, que en el baño se suele condensar vapor de agua y la mejor manera de evitar que la pintura pueda verse afectada es consiguiendo una capa de grosor considerable. También te servirá para evitar que el color de los azulejos originales pueda verse a través de la pintura, algo especialmente antiestético si se trata de dos colores de tonos muy distintos.
Además del rodillo, agenciate también una brocha redonda mediana. Te será imprescindible para poder pintar los bordes y los ángulos. También los rinconcitos o esquinas a los que con el rodillo no podrás acceder. Por ejemplo, el espacio limítrofe al rodapiés o al marco de la puerta. Y claro, también para pintar las juntas de los azulejos De esta manera el resultado será mucho más homogéneo.
Algunos consejos que te lo pintarán más fácil
- Protege con cinta de carrocero los bordes del alicatado, así como enchufes e interruptores. Así no quedarán restos de pintura donde no toca, que puedan afear el resultado final. Y no olvides retirar la cinta antes de que la pintura se haya secado, para no correr el riesgo de hacer que se desprenda al quitarla.
A la hora de aplicar la pintura con rodillo, combina las pasadas en horizontal (izquierda a derecha) y en vertical (de arriba a abajo) para conseguir el mejor resultado. ¡Y pintar bien las juntas con la brocha bien empapada en pintura es igual de importante! - ¡No todo es cambiar el color de los azulejos! Para darle la vuelta al estilo de tu baño, también puedes cambiar algunos elementos decorativos o utensilios de baño. Del mismo modo, ten en cuenta el color de estos elementos decorativos a la hora de escoger el color de la pintura (o pinturas) de los azulejos para crear el contaste más adecuado.
- Antes de pintar, limpia bien la superficie de los azulejos. Para ello, limpia el alicatado cuidadosamente con un limpiador doméstico; después, elimina con vinagre de limpieza los posibles restos de cal. Después de que se hayan secado, desengrasa los azulejos con un paño mojado en acetona. ¡Listo y preparado!
Como ves, pintar los azulejos del cuarto del baño merece la pena, y mucho. Con un proceso tan sencillo, y que apenas te llevará tiempo (¡ni dinero!), conseguirás darle la vuelta por completo a la decoración de tu baño.
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