Descubre con las mesas de comedor pintadas a la tiza como este mueble clave de tu salón todavía tiene mucho que decir. Y es que si estabas pensando en cambiar tu mesa, bien para imprimir un aire nuevo a tu salón o bien porque ya está algo “estropeadilla”, no te deshagas de ella y lee primero este artículo. Te vamos a enseñar cómo puedes renovar por completo tu mesa de comedor empleando pintura a la tiza. ¡Y es muy sencillo!
La pintura a la tiza o chalk Paint es un tipo de pintura que se adhiere con facilidad a todo tipo de superficies, incluida la madera, gracias al elevado porcentaje de yeso que contiene. Eso, junto al color y el brillo mate que imprime, con ese estilo vintage tan irresistible, la ha convertido en una pintura de moda entre aficionados al DIY y a la restauración casera. Una forma de dar a muebles antiguos una segunda vida, o bien una nueva vida convirtiéndolos en artículos de decoración la mar de originales.
¿Cómo aplicar la pintura sobre tu mesa de comedor?
El método para aplicar la pintura sobre cualquier mueble es tan sencillo y rápido que desearás haberla descubierto mucho antes:
1.¿Conviene lijar el mueble antes de aplicar la pintura? ¡Depende! En caso de que haya que “sanear” la superficie -por ejemplo si quedan restos de pintura antigua o existe alguna grieta que pueda afear el conjunto- puedes pasar una lija, pero no te obsesiones; estos pequeños defectos pueden contribuir al estilo envejecido que quizás quieres conseguir. Sin embargo, si quieres conseguir un efecto decapé (es decir, provocar justamente que haya restos de otras capas de pintura para potenciar el aire vintage del mueble), tendrás que lijar con un poquito más de insistencia; la justa para no eliminar toda la capa de pintura.
2. Aplica 1 o 2 manos de pintura, según la opacidad del color y el grosor de la textura que quieras conseguir. Eso sí, deja secar la primera mano antes de aplicar la segunda.
3. Si quieres conseguir un efecto veteado, lija suavemente la mesa después de la primera capa de pintura. Hazlo con una lija más o menos fina para obtener, del mismo modo, vetas más o menos finas y visibles.
4. Si quieres ponerle el broche final, aplica cera con un trapo en movimientos suaves, sobre la superficie pintada ya seca.
El irresistible color del paso del tiempo
Pongamos que tu mesa de comedor y tú habéis perdido “el feeling”. Ya no tiene la misma presencia, está algo desfasada… ¿No te gustaría sustituirla por una mesa de estilo vintage y aprovechar todo su potencial decorativo? Opta por una pintura con color blanco mate profundo y acabado con efecto tiza. Recuerda que puedes darle una segunda mano de pintura si quieres reforzar el nuevo color. ¡Y prepárate para reenamorarte de tu mesa!
Truco: Para potenciar el resultado, usa un rodillo pequeño y aplica la pintura sin dar demasiadas pasadas. De esta manera conseguirás que la textura sea más gruesa y con preciosas imperfecciones, dándole un toque más artesanal.
Una mesa bicolor con pintura a la tiza, ¡vas a morir de amor!
Quizás lo que te empieza a aburrir de tu mesa de siempre es la monocromía. En otras palabras, lo que te apetece es darle un poco más de color. Para casos así, la pintura a la tiza puede ser muy buen aliado. ¡Atrévete a probar combinaciones, pintando de distinto color las diferentes partes que la componen! Por ejemplo, emplea pintura de tiza de color gris para el sobre y aplica una pintura de tono pastel para las patas (te explicamos como obtener los mejores color pastel un poco más adelalnte). También puedes optar por conservar el color original de una de las partes, ya sea el sobre o las patas, y pintar únicamente la otra. Eso sin duda atraerá todas las miradas y provocará más de una pregunta interesada.
La unión hace la tiza; mezcla dos pinturas para obtener resultados increíbles
Experimenta mezclando distintas pinturas para dar con el color original que estás buscando. Y sin temor a aplicarla sobre la mesa, ya que si después de todo el resultado no te convence, podrás probar a aplicar otra encima: ¡esto no hará sino potenciar su estilo vintage! Por supuesto, ten en cuenta que hay muchos otros muebles que dan muchísimo juego a la hora de combinar colores además de las mesas. Por ejemplo, las cómodas y sinfonieres de varios cajones ofrecen, gracias a su diseño, un sinfín de oportunidades.
- Tonos pastel: Para conseguir un tono pastel, usa como base la pintura blanca y mézclala con pintura azul, rojo o verdes intensos.
- Para conseguir un gris pero con un toque especial, prueba a ir añadiendo poco a poco y mezclando pintura negra en una base de pintura blanca.
- Los tonos morados y violetas son infalibles para imprimir un toque vintage y “nostálgico”. Podrás conseguirlo mezclando pinturas de tonos rojos y azules; según la cantidad de cada pintura que añadas a la mezcla, obtendrás un tono violáceo más o menos chillón. ¡Experimenta hasta encontrar el que mejor queda en tu salón!
- Obtén un color verde “campo”, ideal para pintar tu mesa de jardín o terraza, mezclando pintura azul y amarillo; de nuevo, según la intensidad y la cantidad de las pinturas, el resultado variará, y también la sensación que producirá.
Y para acabar… ¡Pon un broche de mimbre al conjunto!
Si hay un elemento decorativo que combina con los muebles de estilo vintage, ese es el mimbre. Aprovecha tu nueva mesa de comedor pintada a la tiza para colocar como centro de mesa una cesta de mimbre con algunas flores, y sorpréndete con el precioso resultado.
Ya lo has visto, la pintura a la tiza puede ser la clave para darle una segunda vida a esa mesa de comedor que ya no llamaba tu atención. Ya sea para revitalizarla como mesa de comedor o para convertirla en mueble decorativo en otra estancia de tu casa. No dejes de probarla y no dejarás de sorprenderte.
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