El horno es uno de los electrodomésticos imprescindibles en cualquier cocina que se precie. Te permitirá cocinar tus alimentos de formas que no podrías hacer con otros utensilios, como sartenes u ollas, ya que con él podrás hornear (valga la redundancia), asar, gratinar… Esto abre todo un abanico de tan suculento de recetas incluyendo carnes, pescados, pastas, postres y mucho más, que renunciar a un horno resulta casi absurdo, sobre todo para aquellas personas de paladares más exigentes. Sin pasar por alto que el horno te permitirá cocinar los alimentos de manera más sana, sin usar tanto aceite ni freír los alimentos.
Y es que si bien no es imprescindible para cocinar los platos más básicos, no disponer de un horno en tu cocina te va a limitar mucho a la hora de probar algunos platos esenciales. ¿Quién se imagina una Navidad sin poder degustar un pavo asado o unos canelones? O es más… ¿cómo negarse a disfrutar de una pizza recién hecha, seguida de un bizcocho casero?
Sin embargo, puede que te estés preguntando: “¿necesito un horno multifunción último modelo con un montón de tecnologías, o con un horno normalito de los de siempre ya me vale?”. ¡No te agobies! Te explicamos las ventajas e inconvenientes de cada uno y te ayudamos a escoger el modelo que más te conviene.
Horno convencional: el horno de siempre
El horno convencional es el horno que seguramente tuvieran tus abuelos y quizás también tus padres, es decir, el de “toda la vida”. Es el típico horno que consta de dos resistencias eléctricas, una en la parte superior y otra en la parte inferior, que son las encargadas de producir el calor que cocina los alimentos. ¡Así de simple! ¿Cuáles son sus principales ventajas? En primer lugar, su facilidad de uso; únicamente deberás escoger la potencia y el tiempo de cocción, y podrás cocinar sin problema una gran variedad de recetas, entre las que se encuentran las básicas y esenciales.
Esto quiere decir procesos de cocinado simples, pero resultados igual de ricos: por ejemplo, prueba a preparar un pollo o cualquier pescado, con algunas verduras cortadas y el aliño que prefieras, obteniendo un delicioso plato sin apenas esfuerzo, tan solo vigilando que el punto de cocción sea el deseado.
Una de las ventajas del horno convencional que no podemos pasar por alto es el precio; en definitiva, menos prestaciones significa también un precio menor. Esto es sobre todo importante para los bolsillos que no puedan afrontar la compra de un electrodoméstico de precio más elevado, ideal si por ejemplo si te acabas de independizar y tienes que ajustar los gastos. ¿Sus desventajas? Básicamente, sus limitaciones a la hora de cocinar. Su sistema eléctrico conlleva no poder cocinar algunos platos que sí podrás cocinar con un horno más sofisticado. Además, los hornos convencionales tardan más en cocinar los alimentos, pues tardan más en alcanzar la temperatura óptima. Esto se traduce, inevitablemente, en un mayor gasto de energía.
El horno multifunción: para los aspirantes a estrella Michelin
¿Qué es un horno multifunción? Como su nombre indica, es un horno con múltiples funciones para el cocinado, con lo que tendrás un mayor control sobre el resultado final del plato; cocción, textura, jugosidad… Uno de los puntos a destacar es el sistema de convección con el que cuentan, que crea un circuito de aire caliente en el interior del horno mediante un ventilador: con esto conseguirás un punto de cocción más homogéneo, manteniendo los alimentos más jugosos. Perfecto para verduras y pescados, pero también para postres de textura más delicada, como los flanes.
La sofisticación de los hornos multifunción se encuentra también en su sistema inteligente, capaz de detenerse o avisarte si se produce algún problema inesperado. También cuenta con sistemas que te permitirán saber en todo momento el punto de cocción de los alimentos. Por otro lado, su función de microondas integra todas las funciones de un microondas independiente, con lo cual puedes ahorrarte este electrodoméstico y también el espacio que ocuparía en tu cocina. Esta función es por lo tanto perfecta para recalentar alimentos ya cocinados, pero también para cocinarlos en hasta un 50% menos de tiempo y sin que esto afecte a su sabor.
Entonces, ¿cuál me conviene?
En resumen, con un horno convencional tendrás más que suficiente para poder disfrutar de muy ricas y sencillas recetas de todo tipo, pero es posible que su falta de prestaciones pueda frustrarte si deseas platos más elaborados. Su precio suele ser más asequible, aunque puede que consuma más.
Por otro lado, en un horno multifunción encontrarás tu aliado perfecto para hacer tus pinitos a estrella Michelin, y no habrá plato que se te resista por complicado que sea. Y si bien su precio es más elevado, como también lo es el espacio que ocupa, podrá cocinar los alimentos más rápido y consumiendo menos. Ahora te toca a ti decidir, lo que es seguro es que ya sea con uno u otro, vas a disfrutar, y mucho, de la comida.
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