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Dormir es un placer, acompañado o solo. Comprar colchones individuales o de una plaza tiene una gran ventaja: ocupan menos espacio en el dormitorio, sobre todo si los pegas a una pared. Los colchones individuales son la mejor opción para los niños, pero antes de comprar colchones individuales para tus hijos, fíjate en que cumplan ciertos requisitos: han de ser firmes, resistentes y duraderos. Piensa que los pequeños pasan mucho tiempo sentados o estirados sobre la cama, y que a menudo juegan e incluso saltan sobre ella. Un colchón de un grosor de entre 20 y 25 cm será suficiente para que no sufra excesivamente y no se estropee antes de tiempo. También han de ser transpirables, pues los niños suelen sudar bastante durante el sueño y si el colchón se moja proliferan bacterias y ácaros que pueden provocarles alergias y problemas respiratorios.
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